Viendo que en Madrid es un gusto estar en Agosto, durante este mes nos dedicamos a movernos en coche por la capital sin problemas.
Buscando lugares abiertos por el centro de Madrid y ojeando nuestra web de referencia de lugares donde comer en Madrid, con el morrofino, dimos con que la Bistroteca estaba abierta.
Local no muy amplio pero con el espacio bien distribuido y cómodo. Decoración adecuada a la zona, al lugar y a la oferta gastronómica que tiene tintes internacionales. A ver, como no tenemos ni papa de decoración optamos por poner este tipo de retahílas. El sitio está bien, es cómodo y punto.
Nos llamo la atención, como no, el tema hamburguesil. Ahí no se queda la cosa, destacan entre su oferta gastronómica las brochetas, de tamaño generoso (o eso dicen, no las probamos), y los «entre panes«. Estos últimos tienen formato taco/fajita o sucedáneo. También disponen de entrantes y ensaladas variadas para animar a cualquier intrépido a sentirse indeciso en la elección.
Vamos al lío
Fuimos dos personas y pedimos un entrante a compartir y dos principales, en nuestra línea habitual. Esta vez sin postre, el verano nos cierra los estómagos…
Empezó fuerte la visita con el guacamole realizado en directo. Lo traen en molcajete y lo elaboran delante del comensal. A parte de que estaba tremendo el valor de hacerlo in situ es para tenerlo en cuenta. Su guacamole va con aguacate, cilantro, cebolleta y bien de lima, como tiene que ser. Lo único que podíamos echar en falta a los que nos gusta el picante es ese puntito de chile que podría ir en modo opcional, así como sugerencia. A veces también se le pone tomate, nosotros no lo echamos en falta. Lo acompañan de unas chips de batata y unos nachos caseros. Plato obligado de pedir.
De segundos optamos por diversificar y compartir.
La elección de pescado fueron unos tacos/fajitas de merluza rebozada con salsa tártara y holandesa. El plato lo finiquitan en mesa dorando la holandesa con un soplete. Plato bastante bueno, generoso en salsas y agradable. El punto del pescado un poco pasado, pero bueno el objetivo del plato lo cumplía perfectamente.
Como no, nuestra hamburguesa elegida fue la que tienen como estrella y no es para menos, La Bacon: carne de rubia gallega con tomate, mezcla de queso cheddar con pasiego, bacon y pepinillos. La sirven con patatas.
El punto y el sabor de la carne perfecto. La mezcla de sabores de los quesos con el tomate y el bacon era en forma de una salsa que tenía un sabor potente y para anotar. Lástima que en nuestro caso el pan debía ser descongelado o similar porque a pesar de aguantar bien la carne se desmigaba al comer. Aún así creo que cuando volvamos la pediremos otra vez 😉
La cena con 2 copas de albariño, una jarrita de cerveza y un par de vasos de agua (aquí parece ser que no está en peligro de extinción) salió a 21€ por cabeza. Además nos invitaron al chupito final correspondiente.
Buena atención y servicio que también es de agradecer.
Si estáis por la zona del barrio de Salamanca y andáis despitados y con hambre, acercaos a la Bistroteca que saldréis más que contentos.
Dirección: Calle de Espartinas, 7, 28001, Madrid.
Su web: labistroteca.com
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