Rondando por la zona de malasaña-chueca nos topamos con este sitio que nos sonaba de ver reseñas en internet. Como de costumbre nos paramos a mirar la carta y nos engancho desde el primer momento, aunque no entramos porque teníamos reserva en otro sitio. Eso si, apuntado quedó en lista de pendientes.
Tardamos poco en proponer plan para ir a probar comida thailandesa callejera. La pinta de la web es como para reservar a la de ya, eso si eres de los que te gusta probar sabores nuevos claro (este punto es importante).
Fuimos 4 personas al local que tienen en la zona de Santiago Bernabéu y nos cortamos poco pidiendo tanto comida como bebida, así que ya os adelanto que nos salió más caro del precio medio.
El local no es grande pero si lo suficientemente cómodo y bien decorado como para comer tranquilamente(soy del nivel de no recordar ni de que color está pintado mi cuarto de casa así que en tema decoración…).
Si no habéis ido lo suyo es dejaros recomendar, pero después de habernos hinchado, con un entrante y un plato principal para dos va bien. Si acaso pidiendo un cuenco de arroz más.
Vamos al tema. Como entrante pedimos unas brochetas satay de pollo marinadas con jengibre, cúrcuma, y salsa picante y servido con salsa de cacahuete y soja dulce. A pesar de que fue lo primero estaban buenísimas. Casi obligatorias, aunque no es lo único claro.
Luego pedimos 4 platos, todo a compartir (con 2 y algo más de arroz, o 3 comíamos de sobra).
Primero vino el thai curry verde de pollo picante (imagen de portada) con albahaca, berenjena, cilantro, azúcar de palma y leche de coco (2/3 puntos picantes en la carta). Picaba como si fuera una competición, pero estaba impresionante. Fue el plato que más nos gusto, a pesar del picor no podíamos dejar de comer. El arroz es un refugio donde echar la salsa y no morir a cucharadas. Imprescindible.
Seguido llego el chunking express: solomillo de ternera salteado con pimiento, ajo tierno, seta, salsa de ostra y salsa de soja. Estaba bueno pero junto con el plato que pedimos de cerdo, nos parecieron que el punto dulce era demasiado marcado como para cansar si pides solo eso.
Luego trajeron el hong kong char siu: lomo de cerdo marinado en miel, aliñado a las cinco especias, salsa de soja, salsa hoisin, vino de arroz, y servido con pok choi crujiente. Bueno pero con el toque dulce demasiado presente como en el anterior. Son cosas de gustos.
Por último el plato que nombran como el más típico de la comida callejera tailandesa, el pad thai: tallarines de arroz con pollo, gamba, brotes de soja, huevo, cebollino, tamarindo y cacahuete. De largo fue el plato con sabores mas diferentes a los demás. Era algo con un gusto que no habíamos probado nunca, toque ácido presente y muy curioso. Lo volvería a pedir sin dudas, aunque entre los que fuimos hubo opiniones dispares.
Acompañamos todo con variedad de cervezas chinas, aún teniendo un precio algo alto.
En total, con 2 bebidas por cabeza, un entrante y un plato para cada uno salimos a unos 21€. Buen precio para el homenaje que nos pegamos a pesar de ser un sitio económico.
Como aliciente tienen reparto a domicilio por si vivis por la zona.
Es un sitio que nos gusto bastante y al que volveremos para probar algunos de sus platos picantes que nos quedan por catar.
Av. del General Perón, 16, 28020 Madrid (Bernabéu)
Calle del Cardenal Cisneros, 6, 28010 Madrid (Bilbao)
Calle del Barquillo, 26, 28004 Madrid (Chueca)
Las imágenes las hemos cogido de su web.