Vienen pisando fuerte en Madrid las hamburguesas, los baos, los perritos calientes y desde hace un tiempo los bocadillos. John Barrita se hace un hueco en esos restaurantes de «fast food» en Madrid a los que hay que ir , y volver, de forma instantánea.
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Te pones como el kiko por unos 15-20€
Comentarios inciales + Divagación
Así de buenas a primeras no llama en exceso quedar a cenar para ir a tomar unos bocatas a un bareto. Quieto ahí, mandales las fotos y la carta de John Barrita y a ver como reaccionan.
Si no te fías y piensas que las fotos que suben por redes sociales son de postureo sigue leyendo este post/entrada. Si te fías sigue leyendo también para enterarte por donde van los tiros.
Diversos panes para diferentes bocadilos y unos rellenos que elevan el término bocadillo en John Barrita a otro nivel. Que la simpleza de alguna de las descripciones de sus bocadillos respecto a otros no os haga descartarlos, triunfaréis de todas formas.
Vayamos al lío
Ubicado en la calle Vallhermoso en Madrid y pegadito al metro de Canal, este pequeño local cuenta con zona de barra, mesa alta, un par de mesas bajas y zona de terraza para disfrutar de su cocina. El formato de John Barrita te lleva a compartir sus platillos y bocatas en un ambiente informal.
Fuimos 4 personas a cenar y le dimos un buen repaso a la carta. Tomamos 2 entrantes, 2 croquetas, 4 bocadillos y un postre. Bebimos 7 cervezas, una cerveza sin alcohol y unos vasos de agua. Con algo menos también se cena abundantemente.
¿Qué comimos en John Barrita?
Arrancamos con los entrantes. Pedimos una ensaladilla rusa con cortezas y la lasaña de carrillera con pasta wan tun. La ensaladilla(7.5€) es correcta, la lasaña(9€) es una auténtica pasada (dentro de su sencillez). Ambas raciones acordes al precio.
Luego, al ver pasarlas por delante nuestra, pedimos también un par de croquetas de ropa vieja(2.5€). Sabor bastante identificable de ropa vieja de cocido, bechamel y panko. No la compartas.
Vamos con los bocatas. El primero fue la chapata de ajo con calamares, mahonesa blanca, negra y lima (8.5€). No te vayas sin pedirlo, imprescindible. Difícil probar un bocata de calamares mejor en Madrid.
Le siguió esta barrita de pan blanco con carrillera guisada, mahonesa de chipotle, cilantro y cebolla encurtida (9€). Muy bueno, sin embargo fue el que nos pareció menos sorprendente. Eso sí, puedes elegir el nivel de picante del bocata entre 0-5(nosotros pedimos el 4). La lasaña nos había dejado el listón muy alto y este bocata era menos jugoso.
Continuamos con este pan de tomate, chicharrón, pepinillos, mahonesa de mostaza y berros (8€). Buenísimo, al calentar el chicharrón hace la función de pegalabios y es un no parar. Parece más sosainas pero hay que tenerlo muy en cuenta.
Finalizamos la parte salada con el pan rústico, lomo bajo, mahonesa chipotle y encurtidos (9€). La sorpresa de la noche, tremendísimo. Los encurtidos y salsas que acompañan a esta «tosta» hacen que no puedas parar de comer.
Para finiquitar la cena pedimos la torrija con helado (4.5€), muy buena. La lima y la confitura de naranja le van genial y hacen que se coma fácilmente (a pesar del homenaje previo).
Conclusiones + ¿A cuánto salimos por barba?
Así en formato resumen John Barrita superó considerablemente nuestras expectativas. Sitio más que recomendable.
El punto picante general de los bocatas hace que los bocados sean más divertidos y no puedas parar.
A nosotros cenando sin miramientos nos salió a 20€ por cabeza. El ticket medio en John Barrita estará en torno a los 15-20€.
No dejéis de ir. Os dejamos el link de su web por si queréis investigar su carta o la historia de sus creadores.
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